Versión para imprimir | Mayo 2022
Las grandes empresas representan una fuente de oxígeno para el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en la era post-covid, pese al escudriñamiento que el organismo les ha impuesto con la nueva reforma tributaria.
Con 12 mil grandes contribuyentes registrados ante el SAT, la nueva reforma fiscal ha generado una ola de incertidumbre en el gremio empresarial, donde la vigía se endureció para quienes declaran impuestos anuales superiores a 1,500 millones de pesos —sobre todo en los sectores automotriz, minero, manufacturero, de alimentos, banca y multinacionales—.
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